¿Qué es el principio de devengo?

¿Qué es el principio de devengo? información para autónomos y empresarios y emprendedores y sociedades para el departamento de contabilidad y administración
Alejandro Ruiz Ciudad, 11/01/2023

Diferencia entre el criterio de caja y el principio de devengo.


El principio de devengo es una norma contable en la que se establece que los pagos, transacciones, devoluciones o cualquier otro hecho económico queda registrado en la contabilidad en el momento real en el que se producen, sin tener en cuenta otros criterios como la fecha pago o de cobro, vencimiento, etc. Este criterio afecta al momento y el modo de pagar el IVA de los productos o servicios prestados a los clientes.


La finalidad de este principio radica en que las cuentas anuales de la empresa reflejan una imagen fiel, clara y concisa de los estados financieros, el patrimonio y los resultados económicos obtenidos en cada periodo impositivo para cada cierre. Este principio basa la declaración y obtención de las cuentas en base a los criterios de gasto e ingreso, y no en base a los cobros y pagos.


¿Qué significa devengo y devengar?


El devengo hace referencia al hecho imponible que genera la obligación tributaria. Por ejemplo, en el caso de la venta de un producto se devenga el IVA en el momento en que se realiza la venta.


Por lo tanto, devengar es el derecho u obligación que se adquiere al recibir o percibir una retribución derivada de una contraprestación de un hecho económico o una relación laboral.



¿Qué es el criterio de devengo?


Los criterios (de devengo y de caja) son las distintas maneras que establece la norma para declarar y pagar los impuestos correspondientes a cada factura, tanto de ingreso como de gasto.


El criterio de devengo establece que el período para declarar los datos de facturación debe coincidir con el período fiscal en el que se producen. Una vez vendido el producto, o prestado el servicio, se declara la factura, independientemente de si se ha cobrado o no.



Características del criterio de devengo


Como hemos dicho, las facturas se devengan en el momento en el que se emiten. 


Esto genera un problema cuando la factura aún no se ha cobrado. Para el emisor de la factura se genera la obligación de pago del IVA que aún no ha ingresado y, por otro lado, el cliente se deduce un gasto que aún no ha generado.



¿Qué es el criterio de Caja?


El criterio de caja en el IVA funciona justo al contrario que el principio de devengo. Es decir, con este criterio se devengan las facturas en el momento que se pagan o cobran en lugar de cuando se emiten.


Es un régimen voluntario y aplicable para todo empresario o profesional y cualquier actividad, con excepciones.


Para acogerse es necesario cumplir los siguientes requisitos:


No superar los 2 millones de euros de facturación al año. 


No superar los 100.000 euros de cobro al año al mismo cliente. 


Que la facturación no sea intracomunitaria. 


Que no sean operaciones incluidas en otro régimen especial de IVA, como el agrícola. 


Declarar las facturas pagadas en un plazo máximo de 4 años. 


Una factura que no haya sido pagada debe declararse antes del 31 de diciembre del año siguiente a su recepción. 


Si se pasa al criterio de devengo no se puede volver al criterio de caja hasta que pasen 3 años.



Inconvenientes del criterio de Caja 


Aunque para buenas actividades o profesionales pueda ser una opción acogerse al criterio de caja, también presenta ciertas particularidades que se deben tener en cuenta: 


• Complejidad administrativa.


Las diferencias con el criterio de devengo hacen que sea necesario cierto conocimiento sobre el régimen fiscal. Además, los softwares de facturación trabajan con la fecha de devengo, por lo que resulta difícil la presentación de impuestos de forma automatizada. 


• No es posible deducir la factura hasta que esté totalmente pagada.


Las empresas con clientes fuertes pueden ser presionadas para no acogerse al criterio de caja. 


• Necesidad de facilitar más información a la Agencia Tributaria sobre su empresa y los clientes.


Los receptores de estas facturas tendrán que dar sus datos por lo que, en un momento dado, pueden preferir proveedores no acogidos a este sistema para trabajar con más agilidad. 


Es por estos motivos que la mayoría de las empresas optan por quedarse con el criterio de devengo, ya que es más sencillo de gestionar en el día a día de la actividad y para evitar generar carga de trabajo adicional a sus clientes.



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